A finales de agosto, y una vez recogida la paja de la última cosecha, hay que envolver el rastrojo. Se espera a que haya buen tempero, que la tierra no esté ni húmeda ni seca, para poder labrar. En nuestro caso con un trisurco. Después se sigue preparando la tierra, bien a base de rastrón o de rotativa. Se abonan los campos y ya se está en condiciones de sembrar. Según los años se busca alternacia en los cultivos y así se suele sembrar trigo, cebada, avena, guisante o dejar en barbecho.
La semilla con humedad y buena temperatura germina rápidamente. Durante el invierno y la primavera se aporta a los cultivos nitrógeno granulado. También se trata contra las malas hierbas.
La semilla con humedad y buena temperatura germina rápidamente. Durante el invierno y la primavera se aporta a los cultivos nitrógeno granulado. También se trata contra las malas hierbas.
Con una primavera húmeda y una maduración lenta se consiguen excelentes cosechas.
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