Según las épocas del año, se perciben distintos olores, sonidos y colores que traen, para algunos, recuerdos ya olvidados o para otros sensaciones nuevas.
El olor del humo de las chimeneas o de la barbacoa. Humo producido al arder la leña del haya.
El olor a tierra húmeda después de una tormenta de verano.
Los olores y frescores provenientes del interior del bosque.
Las plantas aromáticas que podemos encontrar en los paseos.
El olor del ganado ovino.
El olor de la mies recién segada.
El sonido de las esquilas de las cabras. El balido de los corderos y de las ovejas.
El viento azotando los árboles o meciéndolos suavemente
Los distintos pájaros, desde el cuco hasta el halcón, la lechuza, el autillo... o el bramido del jabalí.
El toque de la campana de la iglesia llamando a misa.
El murmullo del arroyo.
El agua de lluvia.
El color de las hojas del bosque en otoño y en primavera.
El color verde intenso de los campos de cereal durante la primavera o amarillos antes de cosecharlos. El amarillo del rastrojo.
La composición de la blanca nieve con el azul claro del cielo sin olvidarnos del arco iris.
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